Coca-Cola inaugura hoy la primera planta productora de envases plásticos retornables del país, y la cuarta de la compañía en el mundo. Después de más de un año y medio de preparación la empresa lanzará en Colombia una botella única en tecnología, presentación y calidad.
La nueva planta ubicada en el kilómetro 14 de la vía Bogotá, Mosquera, en jurisdicción de Funza (Cundinamarca), cubrirá todo el proceso productivo, desde la resina plástica virgen hasta el envase completamente terminado, lo cual generará un alto valor agregado nacional.
Además de la alta calidad, los envases que se producirán en esta planta involucran grandes adelantos en términos de presentación de los mismos.
Las botellas tendrán la forma tradicional y única de Coca-Cola y cuenta con decoración permanente para evitar el uso de etiquetas de papel.
Con esta planta, Colombia entra a formar parte del grupo de países privilegiados que cuentan con la sofisticada tecnología de envases plásticos retornables, resultado del trabajo de investigación iniciado por la compañía hace más de 15 años.
Estos envases se han sometido a una rigurosa experimentación hasta su perfeccionamiento total, incluyendo más de cuatro años de mercado controlado en Alemania, donse se probó su calidad y se perfeccionaron los sistemas para la inspección, el lavado y el embotellado bajo las exigencias y normas de calidad de la empresa.
La planta, denominada Compactec, abre una nueva puerta en el mercado de bebidas gaseosas en el país, creando una industria que además del empleo generado, colocará a Colombia a la vanguardia de la tecnología de producción de envases. Para la apertura En su primera etapa, el proyecto atenderá exclusivamente el mercado local. Sin embargo se prevé que en el mediano plazo la planta incorporará niveles de producción que le permitirá incursionar en los mercados de exportación, contribuyendo de esta manera, al proceso de internacionalización de la economía colombiana.
Para la fabricación de los envases se utilizará una resina plástica que por sus especiales características, no se produce aún en el país. Esta materia prima se pasa por un secador especial para retirar la humedad existente en ella.
Posteriormente se alimenta a las máquinas de inyección de termoplásticos, donde se moldean las preformas y se procede al soplado. Este último proceso se realiza a altas presiones, hasta obtener los envases con la tradicional forma Coca-Cola.
Después de su fabricación, las botellas son decoradas con los logotipos deseados.
Finalizado el proceso, los envases son empacados automáticamente en estibas y protegidas con una película plástica, para ser despachadas a las embotelladoras.
Con motivo de la puesta en marcha de la nueva planta, se realizará un acto especial en las nuevas instalaciones, al cual asistirán personalidades del mundo industrial del país.
La inversión total estimada en el proyecto es de cerca de 50 millones de dólares y la planta aspira a convertirse en un punto de distribución para los demás países del área andina.